¿Y cuál es tu tesoro, qué o quién es tu dios? ¿tu ley? ¿tu patria?
- elocasodeana
- 19 feb 2017
- 3 Min. de lectura
Todos hemos oído hablar de 'La canción del pirata' al menos una vez. Algunos incluso la llegamos a recitar en clase de Lengua y Literatura en el Instituto. ¿Cuántos de vosotros recuerda algunos versos?
Por si no os acordáis, la escribió José de Espronceda, hace ya un par de siglos ( hace dos siglos también se fantaseaba con cambiar la mísera vida para convertirse en un valiente Pirata, como Joaquín Sabina en su canción 'la del Pirata Cojo').
Nacido en España, uno de los románticos favoritos de la época, además de activista político y periodista.
Aquí os dejo 'La canción del pirata', la cual merece la pena conocer. Los que se animen la pueden recitar también, si acaso no lo hicieron alguna vez (la verdad me interesa saber quién no la ha leído en clase alguna vez).
Pero antes, para los que prefieran el tema audiovisual, hay una versión cantada por Tierra Santa.
Os dejo un link:
https://www.youtube.com/watch?v=77Up6S5lzq0
Con diez cañones por banda, viento en popa a toda vela, no corta el mar, sino vuela, un velero bergantín; bajel pirata que llaman por su bravura el Temido en todo el mar conocido del uno al otro confín. La luna en el mar riela, en la lona gime el viento y alza en blando movimiento olas de plata y azul; y ve el capitán pirata, cantando alegre en la popa, Asia a un lado, al otro Europa, Y allá a su frente Estambul: -Navega, velero mío, sin temor que ni enemigo navío, ni tormenta, ni bonanza tu rumbo a torcer alcanza, ni a sujetar tu valor. Veinte presas hemos hecho a despecho del inglés y han rendido sus pendones cien naciones a mis pies. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar. Allá muevan feroz guerra ciegos reyes por un palmo más de tierra, que yo tengo aquí por mío cuanto abarca el mar bravío a quien nadie impuso leyes. Y no hay playa sea cualquiera, ni bandera de esplendor, que no sienta mi derecho y dé pecho a mi valor Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar. A la voz de ¡barco viene!, es de ver cómo vira y se previene a todo trapo a escapar: que yo soy el rey del mar y mi furia es de temer. En las presas yo divido lo cogido por igual: sólo quiero por riqueza la belleza sin rival. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar. ¡Sentenciado estoy a muerte! Yo me río: no me abandone la suerte, y al mismo que me condena colgaré de alguna antena quizá en su propio navío. Y si caigo, ¿qué es la vida? Por perdida ya la di cuando el yugo del esclavo como un bravo sacudí. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar. Son mi música mejor aquilones, el estrépito y temblor de los cables sacudidos del negro mar los bramidos y el rugir de mis cañones. Y del trueno al son violento, y del viento, al rebramar, yo me duermo sosegado, arrullado por el mar. Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios la libertad; mi ley, la fuerza y el viento; mi única patria, la mar.

Vistas desde la ermita de San Juan de Gaztelugatxe