

El viento en tus cabellos
El viento mecía tus cabellos y yo moría en el intento de conocer cada uno de ellos, de impregnarme de su aroma y con mis yemas...


¡Aguilucho!
Ella, un ser que no pasaba desapercibido. Por las mañanas olía a tabaco hasta su pelo, peinado al llegar en un encontronazo entre prisas...